Lograr la paz interior en medio del ajetreo cotidiano puede parecer casi imposible. Estamos habituados a un ritmo de vida acelerado y a vivir muchos momentos en piloto automático. Diferentes tipos de meditación pueden ayudarnos a conectarnos con nosotros mismos y a tomar conciencia, permitiéndonos encontrar la calma dedicando solo unos minutos al día.

Si nunca has practicado la meditación, es posible que al principio te resulte un poco difícil, lo cual es normal. Crear el hábito de meditar requiere práctica, dedicación y constancia, pero vale la pena el esfuerzo para disfrutar de sus numerosos beneficios. Puedes comenzar dedicando 10 minutos al día e ir aumentando la duración a medida que progreses, utilizando aplicaciones con meditaciones guiadas para ayudarte.

Existen diversos tipos de meditación. Algunos de los más populares son:

1. Meditación Vipassana: En las técnicas de mindfulness se emplea este tipo de meditación, que se enfoca en la conciencia de la respiración, haciendo que el aire entre y salga por la nariz. Cada vez que surjan pensamientos o emociones, identifícalos y déjalos ir sin juzgar. Esta técnica se basa en la introspección y concentración. Debes intentar ser consciente de todo lo que ocurre en tu interior para luego poder controlarlo.
2. Meditación Kundalini: La energía Kundalini se encuentra en la base de la columna vertebral (el chakra raíz), y esta meditación sirve para despertar esa energía, moverla a través del cuerpo y liberarla. Su objetivo es crear una comunicación entre la mente y el cuerpo para aliviar problemas mentales, físicos y espirituales, logrando una mayor conciencia e intención en la vida diaria. Incluye técnicas de respiración, mantras, mudras y cánticos. Requiere bastante práctica para dominarla, pero es muy gratificante.
3. Meditación Chakra: Si has practicado yoga, sabrás que los chakras son centros energéticos del cuerpo, y tenemos siete ubicados en diferentes partes. La meditación chakra ayuda a conectar el cuerpo físico y emocional. Se utiliza el sonido, las manos se colocan en lugares específicos y se emplean técnicas de visualización para conectar con los chakras bloqueados o desalineados. Los chakras activados ayudan a sentir equilibrio emocional y mayor seguridad en pensamientos y sentimientos, además de bienestar físico.
4. Meditación Zazen: La meditación Zazen, o meditación Zen, está vinculada al budismo y busca crear una experiencia de vacío. Debes contar las respiraciones y exhalaciones, y si te pierdes, comenzar de nuevo hasta llegar a diez. Esta meditación calma la mente y conecta con el interior, aunque puede ser complicada para principiantes debido a la posición corporal estricta: columna recta, barbilla hacia el suelo, manos en el vientre y ojos abiertos mirando hacia abajo.
5. Meditación Mantra: Esta meditación se centra en cánticos sagrados que profundizan en la conciencia. La vibración de los sonidos afecta mente y cuerpo. Los mantras pueden recitarse en voz alta, escucharse o pensarse. Recitarlos en voz alta genera vibración en el cuerpo y atrae energía. El mantra más importante es el Om, considerado el sonido del universo que contiene todos los demás sonidos.
6. Meditación Tonglen: La meditación Tonglen, que significa "dar y tomar", es popular en el budismo tibetano. Enfrenta el sufrimiento propio y ajeno, despertando la compasión. Con inspiraciones y exhalaciones conectadas con problemáticas compartidas, invita a inhalar el dolor y exhalar la calma. Es ideal para superar obstáculos, cultivando una actitud positiva y beneficiosa.
7. Meditación Transcendental: Esta práctica se basa en la repetición de un mantra dos veces al día durante 20 minutos. En una posición cómoda, inspira lentamente por la nariz, mantiene el aire unos segundos y exhala tranquilamente. La meditación transcendental aporta calma, buena energía y relajación, aunque requiere práctica para mantener la quietud durante 20 minutos.